Se notó durante el vuelo de camino a Medellín desde Curitiba. El profundo silencio de los jugadores, a pesar de los aplausos brindados por la tripulación y pasajeros, hablaba de la profunda reflexión en los jugadores solo unas horas más tarde de haber perdido la final final de la Copa Sudamericana.

Luego del pequeño alboroto, infaltable a la llegada a la ‘Capital de la Montaña’, Julio Comesaña ha tomado la medida más sana que encontró. Y aunque a los medios de comunicación no les sirve de mucho e incluso algunos hinchas se ven afectados, en el papel es la más sabia.

Las puertas de la concentración de Junior, en el hotel San Fernando Plaza, quedaron completamente clausuradas. No habrá atención ni para un solo periodista o hincha, hasta que se termine la final del domingo, ante el Deportivo Independiente Medellín.

Al respecto, durante el vuelo de regreso a Colombia, Zona Cero le preguntó a Iván René Valenciano, exjugador del equipo que lo acompañó en la travesía a Brasil, cúal era la mejor forma de recuperar al equipo tras el golpe de perder esa final.

“Esa es la gran pregunta. Yo creo que lo mejor que puede hacer Julio es encerrar el equipo. Aquí no me habla más nadie, ni con prensa ni con hinchas ni con nada. Hablarles mucho y recordarles por qué están en la final”, anticipó 24 horas antes el goleador.

Tanto es así que Comesaña ni siquiera tiene previsto, inicialmente, hacer que sus jugadores pongan un pie fuera del hotel. Ya en la parte física, el equipo realizará durante este viernes y sábado solamente trabajos de gimnasio en las instalaciones del mismo hospedaje para dejar al equipo bien recuperado.

Sea como fuere, el reto en este momento es que Comesaña le hable con las palabras justas a sus jugadores y pueda encontrar los reemplazos para Jefferson Gómez y James Sánchez, si es que estos no se pueden recuperar de sus dolencias, que los hicieron salir durante el partido.

Así, con el silencio y la retrospección que los tiene que llevar a ser campeones por octava vez en el fútbol colombiano, Junior prepara la final, una que va ganando por 4-1 y que tiene que sentenciar a su favor en territorio visitante.